L O N D R E S
Noviembre 2018
Generalidades:
Londres es una ciudad enorme, pero no tan inmensa como La Ciudad de México.
En noviembre el clima es muy frío, hay humedad y es difícil tolerarlo por largas horas. Es tan frío como el clima de diciembre en aquel entrañable viaje a Japón del 2014.
El servicio del metro es impresionante, algunas estaciones son muy limpias y otras no tanto. Es costoso, pero hay opciones para pagar pasaje por semanas o meses.
En Londres hay muchos inmigrantes, es un país ordenado, un poco ajetreado. Es un país religioso.
La reina? La encuentras por todos lados, y no solo a ella, en sí a la familia real. (Mercancía-mercadotecnia).
Sin embargo hay varias cosas que más allá de las generalidades que, encontrarás en muchos blogs navegando por la web, hacen que este país se convierta en un hogar. . .
Aquí Mi Londres:
Puedes comprar comida en la calle, a buen precio. Sentarte en una banca, comer y beber algo caliente.
Visitar un museo, toparte con personas de todo el mundo. Los museos son gratis o si lo prefieres puedes dejar una cuota voluntaria por entrar. Una libra equivale a 27 pesos, es más fácil multiplicarlo todo por 30$. Todos los souvenirs tienen la bandera británica. Parece que en Londres está de moda comprar libretas o fue la suerte de toparme con muchas tiendas con este artículo. Puedes hablar español, hablar con señas, practicar el inglés. Disfrutar obras de teatro, musicales, llorar con las historias de amor y desamor. El teatro de la cd. mx tiene la misma calidad que en Londres.
Ir de compras. Cosas caras. Cosas baratas. Caminar a la orilla del Támesis, observar la torre de Londres, beber algo en Iris Bar. Sentir más frío cuando caminas cerca del Río, refugiarte unos minutos en un museo o en algún restaurante cuando el sol se duerme, mientras tomas valor y calor para salir al frío invierno.
En todos lados hay propaganda sobre NO A LA DISCRIMINACION, es un delito penado gravemente en Reino Unido.
Viajar a Brighton, jugar en la playa, tener muchas selfies, seguir sintiendo frío. Ver por las noches las luces de Francia al fondo del mar.
Despertar temprano, sentir sueño, pero también emoción, ir a Stonehenge, sufrir por la lluvia, comprar un paraguas, olvidar que llueve, caminar, tomar una Foto del paisaje, suspirar, sonreír de la fortuna de estar ahí. Llamar a casa, decir: hola mamá, hola papá. Mejor aún, hacer video llamadas con mamá, mostrarle el paisaje. Pisar las hojas húmedas de los árboles. Seguir cargando el paraguas por si llueve. Tener una bufanda al cuello.
Disfrutar la calefacción de casa. Escuchar las sirenas de la policia. Poner música y preparar la cena. Ver las fotos del día, las de la cámara fotografía son de mejor calidad.
Hay pocos niños en la calle, caminar y ver casas inglesas, sí, de esas que tienen ladrillos de fachada. Llegar a Freud Museum, el último hogar del padre del psicoanálisis; leer su historia, conoce su consultorio, añorar el trabajo, la obra de Dalí está invitada en el museo. El pase es anual, así que puedo volver en los próximos 12 meses. Pensar en lo terrible de la persecución nazi.
Seguir caminando, otra estación del metro, la batería del celular se acaba, perderte sin google maps, tener que hablar en inglés una vez más.
Tener oportunidad de hablar con mi hermano porque las diferencias por el horario nos acerca más. Sorprenderte de los Palacios, apreciar los parques, escuchar a los Beatles, a queen, a the spice girls… escuchar estas canciones en su país de origen es diferente. Escuchar en la calle a cantantes haciendo covers. Después tomar los audífonos y disfrutar una vez más a Natalia Lafourcade, nuestra música mexicana.
Aprender en los museos. Criticar la moda, entender que México tiene la comida más deliciosa del mundo. Degustar alimentos de otros países. Hojear un libro. Comprar el recuerdo para la familia. Comprar un regalo para los grandes amigos. Buscar postales. Escribir anécdotas. Ir al servicio postal y mandar cartas. Elegir qué de lo que llevabas ya no te acompañará a tu regreso, tanto en lo material como en lo afectivo. Caminar por los túneles del metro. Ir de prisa. Ir lento.
Perderte en la estación de Waterloo, encontrarte, seguir tu camino. El metro de La Ciudad de México me ha preparado para los metros de otras ciudades, por lo que todo resulta nuevo y sencillo.
Observar a los Indus, parecen dueños de todo, ver papayas muy pequeñas, mangos muy falsos, pepinos que parecen de juguete. Pasteles deliciosos.
A lo lejos una peluquería, el corte en 30 libras que multiplicado por 30 sale en 900$. Aprender a usar la moneda, los billetes, pagar con tarjeta bancaria. ReCargar la tarjeta del metro.
Añorar nadar, caminar bajo la lluvia y tener los pies húmedos, sentir dolor en la garganta pero no encontrarte enfermo. Recibir mensajes de celular, no responder ninguno. Caminar sin parar.
Pasan los días, Londres tiene cultura, en el British museum encuentras lo mejor de Egipto, de Grecia. Grecia? Sin palabras, será lo mejor por siempre de este viaje.
Momento de volver a casa, a descansar, reflexionar y en algún momento publicar lo que Londres fue en unos días para mi.
😉♥️